Veintitrés

Hoy sientes la ilusión de aquellos días de niñez, cuando aun no aprendístes a andar en bicicleta y aquellas 2 ruedas te parecían un autentico suplicio. Mejor, recuerda aquellos días en los que se te caían los dientes y se los vendías a aquel pequeño ratón de medianoche que se colaba bajo la almohada.

Acuerdate de aquellas noches en Navidad, cuando dormir dos horas seguidas era una tarea imposible intentando ver pasar a aquellos 3 tipos y sus camellos por tu pequeño pasillo sin hacer ruido. Piensa ahora en todas aquellas historias, que junto al fuego, creistes verdaderas y la convicción de que bajo la cama podía esconderse aquel monstruo que se alimentaba de los pies que sobresalían por debajo de las sábanas...

Hoy todo aquello se esfumó con el paso de los años, pero nuevas emociones son las que asoman. Y es que aquella bicicleta de dos ruedas se convirtió en un coche que se te calaba una y otra vez, o aquel ratón dejo su lugar al dentista de turno, similares los dos, solo que este último no se coló bajo la almohada, y en vez de pagar cobra...

Los noches en vela de Navidad se turnaron con las que me robaron el sueño antes de esos exámenes finales. En busca igualmente de encontrar un regalo a la mañana siguiente. Y un día descubristes que aquel tipo que se escondía bajo la cama hizo las maletas cuando comprastes aquella cama nido. Espero que le vaya bien.

Pero si algo no cambió fue la felicidad de ver a las personas que te quieren dando sus muestras de cariño en todos los 17 de Julio, cuando cumplistes un año, cuando pasastes de un digito a dos, ¿te acuerdas? o cuando como hoy, sumastes uno más hasta llegar a los 23.

;)