El poeta de la línea 2

Llegaba de viaje cuando monte en el tren al filo de las 3 de la tarde. A esas horas los vagones viajan desnudos de personas, recuperandose de las aglomeraciones de las primeras horas de la mañana.Intentando volver a ser vagones de tren y no dormitorios circustanciales.

Todo el vagón para mi maleta y para mí, así que me senté junto a la ventana, la que dejaba pasar la luz de fuera abriendo los ojos tras cada tunel.

Al fondo una pareja junto al final del vagón, en su mundo, hablándose al oído incluso en un vagón vacío. Sonreí.

Las paradas son cortas, pero hay veces que desearías que durasen mas, que los túneles fuesen una escusa para soñar.Y entonces la puerta del fondo se abrió, inmerso en mi música, incluso aislado de todo mis ojos fueron hacia el final del vagón,hacia su vieja guitarra, la que tantos acordes sangró. Su dueño era de mediana estatura, abrigado mas que yo, a pesar de la calefacción del tren. Se acercó poco a poco hasta una distancia a la que pude comprobar que ademas de los revisores de vagón también hay poetas en la línea 2.

Me quité los auriculares de mi mp3, por respeto, y presté atención a la letra de su canción. Pude distinguir perfectamente aquel poema de Antonio Machado, "Cantares". Su voz era profunda, grave, pero aterciopelada. La letra triste, reflejando lo dificil que debe ser estar lejos de los tuyos, intentar ganarse la vida en otro país.

Aquel hombre emocionaba, quizás por sus versos o quizas porque sus ojos brillaban mas de lo normal. Tras su pequeña actuación le di unas monedas para que al menos pudiese seguir afinando aquella guitarra,o para que tomase algo caliente, a pesar del frío que asomaba fuera.Y dándome las gracias se perdió en el siguiente vagón, con su guitarra, sus monedas y un saco cargado se sueños.

Las gracias se las debí dar yo, por aquella pequeña actuación, sin mas focos que los que alumbran cada tunel, sin mas melodía que la de sus palabras.

"Caminante no hay camino, se hace camino al andar... Golpe a golpe, verso a verso..."