El cementerio de los sentimientos olvidados
Se murieron los besos que nunca te di, los que las noches dejaron de lado, sin el calor de tus labios. Hoy los entierro entre tumbas y silencios en la mas absoluta soledad. Me arrodillo ante la fría lápida rodeado de mil angeles de piedra, efigies que sonrien al paso del tiempo siendo testigos de mi luto, lamentándose del momento, guardando silencios que llegan a doler.
Hoy los besos murieron, dejaron de latir, se convirtieron solamente en recuerdos de Lunas tan lejanas como el olvido. Y las campanas doblan por cada uno de ellos. Tantos besos y cada uno era especial, un sabor, un momento, una sonrisa. Hoy me despido de ellos inmerso en la mas bella de las medianoches mientras les rezo durante largos minutos de silencio. Tras ponerme en pie retomo el camino entre los estrechos pasillos del cementerio. La primavera también llegó al camposanto, regalándonos multitud de vistosas flores, y parece como si sus pétalos quisieran proteger cada lápida y cada historia dormida en su interior.
En el cementerio descansan junto a mis besos, tantos otros abrazos que tampoco llegarón a vivir, que murieron sin ser recibidos. A lo lejos, junto a una fuente de agua cristalina descansan las palabras que nunca fueron pronunciadas, sus cenizas guardan multitud de sentimientos, muchas murieron por miedo, otras por verguenza o tal vez, porque nadie se atrevió a recitarlas al aire.
Camino bajo la pálida Luna y llego donde la eternidad vela por las lágrimas que no llegaron a regar mejilla alguna, murieron sin humedecer los ojos, fueron reprimidas sin ningun llanto que las ayudase a nacer. Me apiado de ellas, al igual que las gotas del rocio que mueren en cada amanecer. Y así acompañado por las miradas de gatos ocultos me dirijo hacia la salida, no sin antes agachar la mirada tras pasar junto a los nichos donde descansan las caricias que no rozaron la piel del otro, que no se atrevieron a sentir, cohibidas por el miedo, atadas con vendas de incertidumbres.
Me alejo, es tarde ya, cierro la oxidada puerta y con las manos en los bolsillos dejo atrás el cementerio de los sentimientos olvidados.
7 Comments:
Uno de los que más si no el más bello post que he leído, ya te lo dije, me encantó
Plas ,plas , plas, plas, plas, plas
Muak
¡Wowwww! ¡guauuuu! y no sé cómo se dirá en otros idiomas. ¡Realmente MUY bello, viejo!
Tenía razón Herrero, cuando me dijo que mirara en este lugar.
Es bello¡¡¡
Saludos de la otra errante.
lo lei hace tiempo pero sin embargo no comente,se que te gustan los comentarios como a todo el mundo pero a veces leo tus cosas y un simple comentario me parece hasta frivolo ¿que te voy a decir? otra vez que bello bilbeño?es precioso? me encanta?....sabes que te adoro y cada palabra que sale de tu mente es un regalo ^^
Angel de piedra entonando sonatas.
Congelada en tu belleza te dejo mi invitación.
El luto ante los sueños rotos, polvo fino sobre un epitafio, ufff... qué sombría suena esta solemne despedida, me encantan los cementerios...
Muy interesante tu blog, en especial por el toque oscuro, la buena música y las películas que recomiendas.
Dejo Huellas de Besos con Colmillos... V V
Gracias por ir. Eres bienvenido a compartir la líneas.
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