viernes, julio 21, 2006

Almohadas de cemento


"Contemplo el mundo desde un trono de cartón. Un trono que vale para soñar, para reir o para llorar sueños de limosnas. Solamente mi pequeña mascota me mira a la misma altura. Un laberinto de piernas pasan ante mis ojos, unas piernas a un ritmo que mi corazón dejo de seguir hace años.

Solamente un pequeño carrito repleto de penurias y recuerdos de una vida que me llevaba de la mano hasta que me dió la espalda tras quedarme sin lo que mas quería. Primero fue el trabajo, parecía que las fiestas de madrugada acababan al alba bañadas de alcohol y vacías de dinero.
Es igual solo era un trabajo, debía celebrar que no volvería ver le la cara a mi jefe. Una fiesta, dos amigos, tres botellas, cuatro horas y cinco noches durmiendo en el sofa. Mi mujer no lo entendía. ¿Era yo el culpable que no llegase el sol hasta nuestra ventana?

Pasaron los días, con noches ancladas a la botella y veía como mi familia se me alejaba minuto a minuto. Una noche mi mujer me regaló un portazo en la altura del alma. LLovía. Noche oscura como el color de mi destino, la Luna tampoco me comprendía, quizas el Bar si me entendería.

Desde aquella noche es la botella mi amante, mi compañera, la que besa mis labios, la que me entiende y la que cada día me aferra de una manera diabólica.

No se nada de mi familia, no quiero que vean a la altura del barro. No se lo merecen, ¿por que me alejé de la luz que tan a oscuras me dejó ahora incluso en los días mas soleados?. No se vivir sin ellos, no puedo aguantar un invierno mas con las miserias de la gente, no con este corazon de cartón.

Ya no duermo, deje de soñar después de la paliza que recibi aquella madrugada teñida de rojo. Me encuentro solo,asustado, tan perdido como un barco en un mar de recuerdos sin retorno.

Hoy sin embargo algo me hizo descubrir que aun sigo siendo humano. A primera hora de la mañana se acercó un joven y me arrojó una pequeña bolsita en mi cesto de mimbre. Parecía que el nudo que la protegía no queria soltarse, hasta que por fin cedió. Un puñado de monedas que no tenian valor alguno tras otear el fondo de la bolsita. Encontre una pequeña fotografía arrugada y con signos de haberla aferrado fuertemente, como quien se aferra a un sueño hasta que lo consigue.
En la foto mis dos hijos con un hombre que a primera vista se reía de mi, y sin embargo era yo.

Por detrás una pequeña anotación con letra temblorosa...... te echamos de menos. Cuando levante la mirada aquel joven había desaparecido entre el bullicio de la gente.

Era mi hijo. Mi vida, mi antiguo eslavon con la felicidad, ese sentimiento que echo a volar por mi culpa. Saben, esta noche no beberé, prefiero soñar con aquellos días en los que el sol si nos alumbraba. "


Según datos de diciembre de 2005 del INE, el 82,7% de las personas sin hogar son varones. La edad media de este colectivo es de 37,9 años y sus ingresos medios son de 302 euros al mes.

Casi la mitad de esta población tiene hijos (46%), aunque sólo una décima parte vive con ellos. El 30% de las personas sin hogar es abstemia y nunca ha consumido drogas. El 37,5% lleva más de tres años sin alojamiento propio y la mitad de la población sin hogar busca trabajo.

2 Comments:

Blogger Mara said...

Nne , genial simplemente genial, un tema terrible ...
Perfecto como siempre.muak

9:23 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

ojala nunca nos veamos en esa situacion, pues es mas facil de lo que piensan muchas personas, la vida da muchos giros y nunca sabes donde te va a dejar si en el eden , en el infierno o parecido a donde estabas antes...

11:57 a. m.  

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