jueves, enero 18, 2007

Esos instantes


Hay regalos en forma de momentos, de sensaciones y de caricias. Pequeños espacios de tiempo que uno los recuerda cada noche, cada día, cada vez que los echa de menos. Y uno piensa en esos retazos de tiempo, tan sumamente cortos pero que le acompañarán siempre.

Nunca cambiaré todos los minutos de un día por ese instante anterior a un beso, ese segundo antes de sentir los labios de la otra persona. Ese intervalo en el que todo se para menos el corazón de uno, quedando todo a un segundo plano. En silencio, a solas, rodeados de gente, es igual, ese momento es de los dos protagonistas, regalándoselo mutuamente.

Y llega el beso, a veces sutil, a veces apasionado. Porque los besos son como las flores, todos nacen del mismo lugar aun siendo diferentes entre sí. Similar a un eclipse, los besos apagan las luces y las vuelven a encender mientras los labios se hacen uno solo. Son capaces de contar secretos entre silencios.

Y tras ello de nuevo ese instante posterior al beso, ese segundo en el que las miradas se cruzan, las sonrisas afloran e incluso las caricias acompañan. Y uno en ese instante lo olvida todo, solo quiere dar las gracias por tan bello regalo.

Como alguien dijo una vez, un beso es el choque de dos almas próximas a un querer, es el choque de unos labios con suspiros de placer.

2 Comments:

Blogger Mara said...

Nadie sabe hacernos sentir tan participes de sus palabras como tu.
Al igual que los besos mientras se te lee todo se par a y estas fuera de todo y de todos, solo junto a ti escuchando estas letras entre tus susurros
Un beso

9:46 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Juntar palabras, formas frases, formas historias, formar sentimientos....nunca fue tan bonito...

10:30 p. m.  

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