Testigo de una lágrima

Anoche de madrugada volvía solo en el tren de vuelta a casa. No suelo volver solo normalmente, pero ayer fué un día especial. Tras toda la noche en la calle los parpados querían cerrarse entre estación y estación. Me hubiera dormido si no hubiese sido por la pareja que se sento delante mío.

Una pareja joven, a simple vista perfecta, ella muy moderna y el con cara de buen chico.Se montaron en la primera parada como yo, y fue con los primeros traqueteos del tren cuando comenzó la discusión.

Mi somnolencia quedo aparcada unos instantes tras los primeros reproches de ella. Una pelea de novios en toda regla...ella se apuraba a esconder su tristeza entre los mechones de su pelo e intentaba guardarse sus sentimientos dentro, sin sacarlos afuera, intentando sin éxito evitar que me diera cuenta de aquella tensa situación.

Pero algo había pasado, algo que ella afirmaba y el negaba rotundamente. Y yo con la mirada intantando salir de aquel baile de reproches del que era espectador de primera fila.No quería ser testigo mudo pero sus palabras llagaban a mis oídos constantemente.

En parte les envidiaba, sabía de sobra que tras esa discusión tendrían una futura reconciliación... pero la lágrima de la chica que se asomó en la penúltima estación me dejó la duda.

El último túnel lo pasaron en silencio sacando brillo a su orgullo, y yo ahí, en el ojo del huracán. Por fin llegué a mi destino y contemplé como se alejaba aquel tren en el que además de no poder cerrar mis parpados, fuí testigo de una lágrima...

Espero que lo hayan solucionado.